¿Cómo tomar mejores decisiones entre lo personal y lo laboral?
¿Alguna vez te has sentido abrumado por tener que tomar decisiones entre lo personal y lo laboral? ¿Te has preguntado si estás eligiendo lo correcto, o si estás sacrificando algo importante? Si la respuesta es sí, este post es para ti. Te voy a mostrar cómo puedes tomar mejores decisiones entre lo personal y lo laboral, usando técnicas de neurociencia y psicología.
¿Por qué es difícil tomar decisiones entre lo personal y lo laboral?
- La complejidad: las decisiones entre lo personal y lo laboral suelen implicar múltiples factores, opciones y consecuencias, que no siempre son claros o predecibles. Por ejemplo, si decides cambiar de trabajo, tienes que considerar el salario, el horario, el ambiente, el desarrollo profesional, la distancia, la compatibilidad con tu familia, etc.
- La incertidumbre: las decisiones entre lo personal y lo laboral suelen estar sujetas a la incertidumbre, es decir, a la falta de información o certeza sobre el futuro. Por ejemplo, si decides quedarte en tu trabajo actual, no sabes si habrá una oportunidad mejor, si te despedirán, si te ascenderán, etc.
- El conflicto: las decisiones entre lo personal y lo laboral suelen generar conflicto, tanto interno como externo. El conflicto interno se refiere a la tensión entre tus valores, tus intereses, tus emociones y tus objetivos. El conflicto externo se refiere a la presión o la oposición de otras personas, como tu pareja, tu familia, tu jefe, tus compañeros, etc.
- El estrés: las decisiones entre lo personal y lo laboral suelen provocar estrés, que es una reacción fisiológica y psicológica ante una situación que percibimos como amenazante o desafiante. El estrés puede afectar negativamente a nuestra salud, nuestro rendimiento y nuestra felicidad.
¿Cómo tomar mejores decisiones entre lo personal y lo laboral?
- Define tu objetivo: lo primero que debes hacer es definir tu objetivo, es decir, lo que quieres lograr o conseguir con tu decisión. Tu objetivo debe ser específico, medible, alcanzable, relevante y temporal (SMART). Por ejemplo, si tu objetivo es mejorar tu calidad de vida, puedes especificar en qué aspectos quieres mejorarla, cómo vas a medirlo, qué recursos necesitas, por qué es importante para ti y cuándo lo quieres lograr.
- Identifica tus opciones: lo segundo que debes hacer es identificar tus opciones, es decir, las alternativas que tienes para alcanzar tu objetivo. Tus opciones deben ser realistas, viables y comparables. Por ejemplo, si tu objetivo es mejorar tu calidad de vida, puedes identificar opciones como cambiar de trabajo, pedir un aumento, reducir tu jornada, hacer un curso, mudarte de casa, etc.
- Evalúa tus opciones: lo tercero que debes hacer es evaluar tus opciones, es decir, analizar los pros y los contras de cada una de ellas. Para ello, puedes usar herramientas como la matriz de decisión, el análisis DAFO, el árbol de decisión, etc. Estas herramientas te ayudan a organizar la información, a ponderar los criterios, a visualizar las consecuencias y a elegir la opción más adecuada. Por ejemplo, si tu objetivo es mejorar tu calidad de vida, puedes evaluar tus opciones según el impacto que tengan en tu salud, tu dinero, tu tiempo, tu familia, tu desarrollo, etc.
- Toma tu decisión: lo cuarto que debes hacer es tomar tu decisión, es decir, elegir la opción que mejor se ajuste a tu objetivo, a tus valores y a tu situación. Para ello, puedes usar técnicas como la intuición, la consulta, el consenso, la votación, el azar, etc. Estas técnicas te ayudan a resolver las dudas, a incorporar otras opiniones, a generar acuerdo, a simplificar el proceso y a asumir el riesgo. Por ejemplo, si tu objetivo es mejorar tu calidad de vida, puedes tomar tu decisión basándote en tu instinto, en el consejo de un experto, en el apoyo de tu pareja, en el resultado de una encuesta, en el lanzamiento de una moneda, etc.
- Implementa tu decisión: lo quinto que debes hacer es implementar tu decisión, es decir, poner en práctica la opción que has elegido. Para ello, puedes usar herramientas como el plan de acción, el cronograma, el presupuesto, el seguimiento, la evaluación, etc. Estas herramientas te ayudan a concretar los pasos, a definir los plazos, a estimar los costos, a controlar el avance y a medir los resultados. Por ejemplo, si tu objetivo es mejorar tu calidad de vida, y tu decisión es cambiar de trabajo, puedes implementar tu decisión elaborando un plan de búsqueda de empleo, estableciendo un calendario de entrevistas, calculando los gastos de traslado, revisando el contrato y evaluando tu satisfacción.
- Revisa tu decisión: lo sexto que debes hacer es revisar tu decisión, es decir, verificar si tu decisión ha sido acertada o no. Para ello, puedes usar herramientas como el feedback, la comparación, la reflexión, la corrección, la celebración, etc. Estas herramientas te ayudan a obtener información, a contrastar la realidad, a aprender de la experiencia, a rectificar los errores y a reconocer los aciertos. Por ejemplo, si tu objetivo es mejorar tu calidad de vida, y tu decisión es cambiar de trabajo, puedes revisar tu decisión solicitando feedback de tu nuevo jefe, comparando tu situación actual con la anterior, reflexionando sobre lo que has ganado y perdido, corrigiendo lo que no te gusta y celebrando lo que te gusta.
Cuéntame, ¿Qué decisiones respecto a lo laboral y personal has tomado? y ¿Qué resultados has tenido?
